Las comidas copiosas y sobre todo el alcohol son dos de los peores enemigos a la hora de realizar un viaje en coche ya que aumentan la fatiga y el sueño al volante. Recuerda que para disfrutar de un viaje sin consecuencias perjudiciales para nuestra salud, debemos seguir una línea de actuación mesurada, y tener en cuenta que no por abundante, es mejor nuestra alimentación.
Una inadecuada alimentación:
- Favorece la somnolencia.
- Produce fatiga y disminución de los reflejos.
- Ocasiona molestias digestivas: ardores, pesadez, flatulencia, náuseas y posibles vómitos.
- Induce la aparición de otros síntomas como mareos, sudoración o dolor de cabeza entre otros.
El alcohol, la fatiga y el sueño son factores de riesgo muy importantes en la conducción que se revelan como la causa de una gran parte de los accidentes de tráfico. Una buena alimentación puede ayudar a evitarlos.